En las fases iniciales del herpes zóster, es posible que experimentes dolor, fatiga y síntomas parecidos a los de la gripe. A menudo se aconseja evitar el ejercicio extenuante durante este periodo, ya que puede empeorar los síntomas. El reposo es esencial, y una actividad física ligera, como estiramientos o yoga suave, puede ser más adecuada.
A medida que la erupción del herpes zóster avanza y el picor y el dolor se hacen más intensos, absténgase de realizar actividades que puedan irritar la erupción o provocar una sudoración excesiva. La ropa holgada y el cuidado adecuado de la piel pueden ayudar a aliviar un poco el dolor, pero el ejercicio vigoroso podría exacerbar las molestias y prolongar el proceso de curación.
En las últimas fases del herpes zóster, cuando las ampollas de la erupción cutánea se han secado y han formado costras, es fundamental evitar rascarse las ampollas o realizar actividades que puedan hacer que se abran. Una herida abierta aumenta el riesgo de infección y cicatrización, por lo que es esencial dejar que las costras se curen de forma natural.
Una vez que la erupción del herpes zóster haya desaparecido y ya no tengas ampollas activas ni heridas abiertas, puedes volver gradualmente a tu rutina habitual de ejercicios. Se recomienda empezar poco a poco y escuchar a su cuerpo, haciendo los ajustes necesarios. Si experimenta dolor o algún síntoma persistente, consulte a su médico.
Cabe señalar que, aunque no se recomienda hacer ejercicio durante las fases agudas del herpes zóster, mantener un estilo de vida saludable antes, durante y después de la infección puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario y contribuir a prevenir la reaparición del virus. El ejercicio regular, una dieta equilibrada y el control del estrés pueden contribuir a la salud y el bienestar generales.
En resumen, evite el ejercicio extenuante durante las fases iniciales del herpes zóster y dé prioridad al descanso y al movimiento suave. A medida que remitan los síntomas y se cure la erupción, puede empezar a reintroducir gradualmente su rutina habitual de ejercicio. Mantenga su salud y comodidad como prioridad, y consulte con un profesional sanitario cualquier duda o pregunta.